El metabolismo hace referencia a todos los procesos químicos que se producen en nuestro cuerpo para mantenerlo funcionando. Cuando hablamos de un metabolismo lento nos referimos a una tasa metabólica baja (el cuerpo necesita menos energía para llevar a cabo dichos procesos). La tasa metabólica varía en función de diversos factores como el sexo, la edad, el peso, los genes, etc.
Lo primero de todo: ¿por qué no me funciona la dieta si apenas tomo alimentos con calorías?
Las dietas hipocalóricas pueden reducir la tasa metabólica debido a que, cuando le estás dando a tu cuerpo menos calorías de las que necesita, intentará hacer más lento el metabolismo (para que nos entendamos, tu cuerpo piensa "anda, época de vacas flacas, tengo que adaptar mi consumo metabólico o me moriré de hambre"). Por este motivo, es importante que las dietas vayan acompañadas siempre de actividad física y de otros modos de acelerar el metabolismo.
Tu mejor aliado, el deporte: las células musculares necesitan más energía que las células grasas, de manera que las personas con mucha masa muscular y poca grasa suelen tener una tasa metabólica más alta. Pero tranquilo, ¡no solo puedes aumentar tu tasa metabólica siendo un musculitos! el truco está en acostumbrar a tu cuerpo a que va a realizar periódicamente ejercicio, aunque este sea moderado, y en pocos días tu metabolismo será más rápido. Además, si haces ejercicio moderado (correr, ir en bici), tu metabolismo será más rápido durante las horas siguientes al ejercicio (¡¡quemarás más rápido todo lo que consumas!!). No lo dudes, a veces es tan sencillo acostumbrarse a hacer deporte como incluir pequeños hábitos: subir escaleras 15 minutos todos los días, regresar a casa caminando o salir a correr tres veces por semana. Te aseguro que, al hacer esto de forma constante, notarás la diferencia.
La importancia de dormir bien: la falta de descanso genera un desequilibrio hormonal en el organismo, ya que aumentan los niveles de una hormona llamada ghrelin que afecta el metabolismo, haciéndolo considerablemente más lento. Algunos de los efectos de ese desequilibrio pueden ser un aumento del apetito y la dificultad de sentirnos satisfechos tras las comidas, además de que se ha demostrado que el déficit de esta hormona puede provocar que tengas antojo de cosas con muchos azúcares.
Y, ¡no solo eso! durante el sueño el cuerpo metaboliza carbohidratos para transformarlos en energía. La falta de sueño o el dormir poco e interrumpidamente interfiere con este importante proceso metabólico y como consecuencia se acumula grasa en el cuerpo. No lo dudes, ¡dormir bien te ayuda a adelgazar!
"Desayuna como un rey, come cono un príncipe, cena como un mendigo": es un refrán que todos hemos oído alguna vez y ¡cuánta importancia tiene! El cuerpo tiene sus propios biorritmos y el metabolismo varía a lo largo del día. Debes saber que el metabolismo se vuelve más lento durante las dos horas anteriores a cuando suelas irte a dormir para facilitar al organismo el reposo necesario por la noche, por lo que no debes cenar en este período de tiempo. Si lo haces, opta por algo muy ligero, como un par de piezas de fruta. Lo mismo ocurre con el desayuno, cuando nos levantamos, nuestras pulsaciones comienzan a subir, el cuerpo es sabio y entiende que es hora de ponerse las pilas, demanda nutrientes para trabajar. Al no desayunar, no le damos al organismo la energía que necesita y éste hace que el metabolismo se vuelva muy lento (de nuevo piensa que hay época de escasez y baja el consumo al mínimo). Es importante saber que tu cuerpo espera 1 hora (como mucho 2) para ralentizar el metabolismo así que ¡desayuna cuando te levantes! no esperes a media mañana, porque entonces tu consumo metabólico será muy bajo... ¡¡y todo lo que comas en ese momento engordará mucho más!!
Incluye en tu dieta alimentos que aumentan la tasa metabólica: el té verde o la yerba mate son infusiones que, además de ser muy diuréticas y favorecer la eliminación de toxinas, aceleran el metabolismo (tres tazas diarias durante unos días y lo notarás). Las especias picantes también aceleran considerablemente el metabolismo (la cayena, el curry o la cúrcuma, por ejemplo). También el resveratrol, presente en el vino y el chocolate negro, actúa como potente acelerador del metabolismo, ¡sorpresa, las calorías no lo son todo!, una onza de chocolate negro (que contiene menos azúcar) o una pequeña copa de vino tinto cada día, ¡ayudan a adelgazar! Otros ejemplos de alimentos aceleradores del metabolismo son los cereales integrales, la legumbre y los cítricos.
Perder peso no consiste en hacer dietas horribles y restrictivas, consiste en cambiar tu estilo de vida, ¡no lo olvides!
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